La cocina es, junto al baño, una de las estancias en las que confluyen todos los suministros de la casa; a saber, la luz, el gas y el agua. Sin duda, es en la cocina donde se produce el mayor gasto energético de cualquier vivienda por lo que es necesario que la optimización de la energía se dé especialmente en este lado de la casa. Por eso mismo en la actualidad contamos con muchos productos y servicios que te ayudan a conseguir ahorrar energía, pero de qué sirve esto si estás pagando un precio muy alto por la electricidad o el gas. Efectivamente, antes de tratar de optimizar la energía, es conveniente echar un vistazo a tus contratos energéticos.
Ahorrar en las facturas energéticas
Si el precio que estás pagando por el gas natural y la electricidad te parece excesivo o sientes que no se adapta a tu situación, entonces es conveniente que trates de cambiarla por otros nuevos. Y es que el precio del gas natural hoy y de la electricidad no es único sino que varía en cada tarifa, por lo que no pagarás lo mismo por tu consumición en uno u otro. La mejor forma, pues, de encontrar el mejor precio del gas natural o la luz es a través de un comparador energético. Igualmente, si ya tienes clara la comercializadora con la que quieres contratar, podrás hacerlo directamente con esta.
Todas las compañías del mercado libre operan en toda España por lo que podrás contratar, por ejemplo, con Endesa en Sevilla o en Barcelona. Para efectuar la tramitación, lo podrás hacer por teléfono, por internet o de forma presencial; para este último caso, los clientes deben consultar cuál es el punto de servicio más cercano a la vivienda: por ejemplo, si vives en Sevilla podrás contratar con Endesa en una oficina de la capital hispalense. Puedes encontrar más información de Endesa en Sevilla aquí: Servicios de luz Endesa en Sevilla.
Una mejora para tu cocina
Una vez que cuentes con unos precios que te permitan ahorrar energía, es el momento de buscar nuevas formas de ahorro en el suministro de tu cocina. Y una de las maneras más sencillas es a través de una reforma; efectivamente, en una cocina es donde más se nota el paso del tiempo y donde el mobiliario se desgasta de forma más rápida, por lo que es probable que tu cocina necesite una reforma mucho antes que otros lados de la casa. Evidentemente una reforma supone invertir dinero pero, sin duda, es una cantidad que se amortizará en seguida por el ahorro energético que puede suponer si optimizas los suministros. Pero, ¿Qué puedes hacer exactamente? A continuación te mostramos algunas ideas:
- Instalar unos reductores de caudal para los grifos. Si lo necesitas, también puedes colocar un termostato para que el agua salga directamente a la temperatura solicitada.
- Cambia tu cocina de gas por una de inducción: son mucho más seguras ya que evita quemaduras y, además, permiten ahorrar energía.
- Renueva los electrodomésticos que se hayan quedado antiguos por unos nuevos que cuenten con un certificado de energía de categoría A; esto es especialmente interesante para aquellos como la nevera y el congelador que estén conectados a lo largo de todo el día, ya que son de bajo consumo.
- Por último, que no menos importante, hay que cambiar las bombillas por otras LED de bajo consumo, que no dan calor, tienen una mayor durabilidad y gastan mucho menos. Además, permiten escoger la potencia en cada momento, por lo que son perfectas para combinarlas con la luz solar.
