El epicentro del consumo energético del hogar. Así es la cocina en todas las casas. Un espacio de uso diario en el que se encuentran los electrodomésticos que más aumentan el importe de nuestras facturas. En este artículo te contamos qué es lo que puedes hacer para que tu cocina sea más eficiente y empezar a notar el ahorro.
Eficiencia acompañada de tarifas adecuadas.
En primer lugar, si quieres ahorrar energía y que esto se refleje en tus facturas deberás revisar tus tarifas y pagar por un consumo justo. Para conseguirlo tendrás que conocer tu consumo de luz y gas, solo entonces podrás contratar un gas natural acorde, lo mismo que en el caso de la electricidad. Una vez que puedas contratar el gas y la luz que te ayuden a ahorrar será el momento de tomar medidas en cuanto a la eficiencia.
El mercado energético es muy amplio y en él compiten cientos de empresas. Para saber cuál es la mejor compañía de gas para tu hogar tendrás que utilizar un comparador, que te señalará la compañía que te ofrece el precio más bajo. Gracias a esta comparativa de tarifas de gas natural tendrás un punto del que partir, pero después tendrás que revisar las condiciones de cada oferta antes de contratar. Fíjate también si hay algún tipo de cláusula de compromiso.
¿Cómo hacer eficiente tu cocina?
Ahora sí, una vez que tienes unas tarifas adecuadas para tu consumo que no te van a hacer pagar por un gasto que no realizas, es el momento de empezar a ahorrar. Aquí te explicamos cómo hacer tu cocina eficiente, ya sea con reformas o con otros aspectos:
- Distribución. Si vas a realizar una reforma de tu cocina, tendrás que tener en cuenta su distribución. Lo más recomendable es que se forme un triángulo entre la zona de almacenamiento (nevera), cocción (fuegos) y limpieza (fregadero o lavavajillas). Esto optimiza su espacio, sea del tamaño que sea. Aquí encontrarás más información acerca de ello.
- Orientación. En la misma línea de la distribución, no se tienen que colocar los aparatos fríos como la nevera cerca de la vitrocerámica, el horno o la calefacción. Además, el frigorífico tampoco debe recibir el impacto directo del sol, puesto que le impedirá funcionar correctamente.
- Electrodomésticos. En el momento en el que hay que reemplazar un electrodoméstico se debe optar por uno eficiente, preferiblemente que tenga la certificación A, la más alta. De esta forma, nos aseguramos de que este aparato realiza su función consumiendo mucho menos energía.
- Stand by. En este espacio de la casa también existe el stand by. La tostadora, la cafetera o el robot de cocina que no se utilizan en ese momento deben estar desenchufados de la red eléctrica.
- Iluminación LED. Tanto en la cocina como en el resto de la casa, si deseas ahorrar energía tienes que instalar bombillas LED puesto que su consumo es muy bajo. Ya están disponibles para todo tipo de lámparas.
- Colores. No importa si nuestra cocina recibe mucha luz natural o poca, los colores de las paredes y los muebles definirán la luminosidad de esta estancia. Los colores claros aportarán también amplitud visual. Como ejemplos: grises, blanco, rosas…
